YA HUELE A NAVIDAD

Mary Carmen R. M

Llevaba días sin salir de casa y hoy, al salir me he dado cuenta que estamos en Navidad.
Ya ha llegado, aunque parezca que el verano fue ayer.
Las luces de las tiendas, la gente con gorros de Papa Noel, los adornos en las ventanas y terrazas de las casas…..todo indica que la Navidad llegó, como un año más.

Desde pequeña viví la Navidad intensamente, en el pueblo. 

Mis padres reunían siempre en su casa, a toda su familia e , incluso, a algún amigo.Eran maravillosas esas fiestas compartidas con todos mis primos, tíos., abuelos. Las vivíamos a tope: salíamos a la calle a pedir el aguinaldo (entre los vecinos y conocidos, claro) , cantábamos villancicos, bailábamos…..Eran todo lo más maravilloso que un niño puede soñar.

Así, transcurrieron los años hasta que tuvimos que salir del pueblo para vivir en otro lugar. 

A pesar de que seguíamos compartiendo las Navidades con toda la familia, ya no era igual: nada era igual. Fueron pasando los años y se fue creando una sensación de vacío en estas fiestas que no sé cómo describir para que podías entender  la magnitud de mis sentimientos. Ya nada era igual

Siempre dije que no me gustaban las Navidades y era cierto. Se apoderaba de mi una tristeza que , quizás, no fuera normal por mi edad. Pero siempre he sentido esa sensación al llegar estas fechas.

Pero, ocurre, que de pronto entro en contacto con un blog del pueblo y vivo a cada momento todo lo que allí sucede; cualquier evento o acontecimiento lo sigo de primera mano. No es necesario que os explique de qué blog hablo.

A medida que pasa el tiempo y voy haciendo amistades con mis paisanos, mi gente, se va llenando un vacío, un hueco que siempre he tenido y que me hacía daño . Esa espina que tengo clavada, de años, se va convirtiendo, cada vez en una rosa con un aroma intenso.

Y, ahora que llegó la Navidad, me doy cuenta que no me duele que llegue, que no tengo todos esos sentimientos de dolor, que estoy compartiéndola aunque en la lejanía con mi pueblo y su gente.

 Puedo ver la magia , puedo sentir y revivir mi pasado sin sentir dolor, puedo admirar cómo la gente disfruta con sus familias y amigos. En definitiva: puedo y quiero disfrutar estos días con mi familia y mis amigos,  cantar villancicos, brindar por lo mejor que tengo en la vida, que son mi familia y todos vosotros y pedir para que podamos seguir así: unidos, con salud y con mucho amor.

Este año, a pesar de que siempre echaré en falta lo más grande de mi vida, mi padre, tendré unas Navidades en paz conmigo misma. Serán mis primeras Navidades en casi 40 años en las que ni dolor se convertirá en alegría y satisfacción por teneros en ella.

Os he echado de menos toda mi vida, os he esperado con muchas ansia pero ha merecido la pena esperaros y, sobre todo, ha merecido la pena conoceros.

Mi brindis navideño irá por todos vosotros.
FELIZ NAVIDAD.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola: Precioso el relato, es vivo reflejo de todos los que en su tiempo nos ausentamos y tenemos esta añoranza de nuestros recuerdos ... Gracias por dejar que nos encontremos y recibirme con tanto cariño...FILI