ABRIL 1924
Como se efectuó la detención. Confirmación oficial.
En la cárcel de Pueblo Nuevo del Terrible.
El
Expreso de Andalucía había llegado al final de trayecto con dos empleados del
coche estafeta, muertos. El motivo de estas muertes era el robo de los valores,
el dinero y alhajas que se transportaban en el vagón estafeta.
Pueblo Nuevo del Terrible. Para ampliar la información que remití desde Córdoba, me traslado a esta población en cuyo cuartel se encuentra detenido Francisco Piqueras.
La noticia de la detención de uno de los posibles autores fue conocida inmediatamente por todo el vecindario, y miles de personas estacionadas en los alrededores del cuartel comentan el hecho en espera de conocer los detalles.
Piqueras fue detenido por la guardia primera José Torres Gallego y el segundo Bartolomé Cantador Pedroza, que prestaban servicio de escolta en el tren en que aquel viajaba. Habían recibido un telegrama de la línea de la línea; teniente D. Luis Vázquez Veralto, en el que les ordenaba que practicaran en el tren un minucioso registro, pues existía la sospecha de que Piqueras viajara en el mismo. Al llegar a la estación de Almorchón, los citados guardias recorrieron todos los vagones, y en uno de segunda clase les infundió sospecha uso de los viajeros que al verles procuró ocultar su rostro tras un periódico que leía.
No obstante los guardia, por las señas personales que les había sido comunicado de Piqueras le conocieron inmediatamente.
Piqueras no opuso resistencia alguna, pues comprendió la inutilidad de la misma. Desde la estación fue conducido al cuartel de este pueblo. Al ser interrogado dijo primeramente llamarse Luis, y enseñó un pase militar extendido a nombre de Luis de Dios.
El teniente de la guardia Civil que lo interrogaba no le oculto que se le acusaba de coautor del crimen cometido en el expreso de Andalucía.
A las once de la mañana llegó el juez de la instrucción de Fuente Ovejuna, a cuyo distrito corresponde este pueblo, quien se hizo cargo del detenido y de las diligencias.
Dispuso el magistrado que los médicos D. Eladio León, José María Maldonado, D. Antonio Solano y D. Gabriel Hernando reconocieron al detenido. Aquellos apreciaron en el cuerpo del detenido diversas contusiones llevando manchados de sangre dos pañuelos que portaba en su maleta.
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